Previo a iniciar un análisis, un usuario puede formularse expectativas, dependiendo del giro o actividad principal de la empresa. Por ejemplo, en una compañía industrial lo esperado es que los activos más representativos sean sus propiedades, la planta y el equipo (debido a que normalmente posee maquinaria industrial, edificaciones y terrenos); los inventarios (por la producción tanto de materias primas, inventarios de productos terminados y productos en proceso), y las cuentas por cobrar (por la venta de productos al crédito). Mientras que en una empresa comercial lo más importante serán sus inventarios y cuentas por cobrar. De igual manera, en una empresa de servicios se espera una alta participación de las cuentas por cobrar.
En cuanto a los pasivos y el patrimonio, su estructura dependerá de si la empresa decide o puede financiar sus operaciones con capital aportado por sus accionistas, con crédito provisto por proveedores o con recursos provenientes de la banca, entre otras fuentes de fondeo, valorando las implicaciones que a su vez esto generará en el resultado. Por ejemplo, si una compañía opera principalmente con recursos provenientes de préstamos bancarios, entonces existirá una carga financiera alta, que se reflejará en el estado de resultados y que, por tanto, afectará el resultado neto de dicha compañía. Para algunas compañías que forman parte de grupos empresariales, en ocasiones las aportaciones como capital social no son representativas, pero existe respaldo/ apoyo financiero que la casa matriz ofrece, como financiamiento mediante la venta de productos o materia prima al crédito, incluyendo préstamos entre las partes relacionadas.
Consecuentemente, para realizar un análisis financiero del balance general y del estado de resultados, se pueden aplicar diferentes procedimientos, entre ellos los siguientes:
- Análisis comparativo
- Análisis de tendencias
- Análisis de ratios o razones financieras
Análisis comparativo
El análisis consiste en comparar los saldos de las cuentas de por lo
menos dos años consecutivos, realizándose para la totalidad de las
cuentas y teniendo como objetivo determinar las variaciones de saldos
entre dos períodos. La variación permitirá conocer si el comportamiento
presentado es el esperado o si resulta de una condición inusual que
requiere de investigación, o que no es consistente. A su vez, el
análisis comparativo puede combinarse con el de tendencias o con el
de relaciones de otras cuentas de balance o de resultados. Por ejemplo,
si se presenta un incremento en las ventas, lo esperado es que los
costos y algunos gastos relacionados con el mayor nivel de ventas
también aumenten.
Análisis de tendencias
Este análisis consiste en examinar los saldos mensuales o anuales,
para períodos y cuentas que se definan tanto del balance general como
del estado de resultados. Por ejemplo, puede realizarse un estudio a
fondo de las tendencias para los importes y costos de ventas mensuales
para el año 2017. Si se desea complementar, también podría realizarse la
tendencia comparativa con el año 2016, ofreciendo con ello mayor
información para el análisis. También podría realizarse una tendencia
considerando las ventas por líneas de productos de los últimos cinco
años. Los análisis son aplicables también en cuentas de balances, tales
como inventarios, cuentas por cobrar, préstamos bancarios, entre otras.
Análisis de ratios o razones financieras
Las más utilizadas son las siguientes:
- Liquidez
- Índices operativos y de actividad
- Endeudamiento
- Rentabilidad
Un procedimiento adicional es la indagación con funcionarios de la compañía, principalmente los encargados de generar la información financiera o que son conocedores de esta, por ejemplo, directores y gerentes financieros y contadores, entre otros. Finalmente, para un buen análisis financiero del balance general y del estado de resultados, lo indicado es efectuar una combinación de los procedimientos mencionados, ya que ninguno por sí solo ofrece todos los elementos necesarios para proveer de información financiera suficiente para concluir sobre la salud financiera y realizar una completa y adecuada interpretación de los estados financieros de las empresas. Complementaría lo indicado, un análisis en perspectiva con base en estimaciones y proyecciones.
Articulo de Ana Lidia Guardado de Andrés
Auditora y consultora independiente