En esta nueva era digital la tecnología ha tenido un enorme impacto en la profesión y es así que las auditorías experimentan una transformación sin precedentes. Con esta gama de nuevas herramientas y recursos, el auditor puede trabajar de manera inteligente y efectiva por lo que podemos indicar que el sello distintivo de un auditor eficaz es la habilidad para navegar por los relacionamientos de los datos, pensar críticamente y aprovechar ideas innovadoras y tecnologías de vanguardia.
La profesión de Auditoría y Aseguramiento está en constante evolución, pero en los próximos 5 a 6 años, cambiará más de lo que ha hecho en los últimos 30. Para mantenerse al día con la tecnología en progreso, es esencial combinarla con la combinación de talentos.
La profesión valorará cada vez más el buen juicio y la capacidad de distinguir la señal del ruido cuando se trata de información.
Los futuros auditores no necesitan todos ser programadores, pero sí necesitan tener fluidez en la tecnología emergente y estar cómodos analizando y presentando flujos sólidos de datos. Algo importante, deben ser conocedores del nuevo mundo digital, reconociendo cómo y cuándo aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar la calidad y el valor de la auditoría.
“La tecnología representa una gran oportunidad, no sólamente para fortalecer el proceso de auditoría, sino para mejorar lo que descubre y desbloquear ideas estratégicas más profundas”.
Además, desarrollar talento con capacidades de análisis de datos más avanzadas es fundamental, desde la exploración de datos hasta la visualización de datos.
El Auditor debe ser capaz de escuchar y explicar, desafiar y construir una relación de una organización a otra. El conjunto de habilidades y las necesidades de desarrollo profesional del Auditor han evolucionado.
La nueva tecnología reduce drásticamente el tiempo necesario para la captura y reconciliación de datos. Sin embargo, los auditores del futuro aún necesitan una comunicación superior y habilidades de pensamiento crítico para resolver proactivamente los problemas y administrar las relaciones.
Estos auditores del futuro también deben ser maestros de la colaboración. Deben estar dispuestos y ser capaces de apoyar a los miembros del equipo en una amplia gama de disciplinas. Esto no niega la necesidad de un profundo conocimiento de la industria. La curiosidad individual de mantenerse al tanto del cambiante panorama comercial seguirá siendo crítica.
Preparando el escenario para el futuro
Desde el procesamiento del lenguaje natural hasta el potencial de drones accionados remotamente, las auditorías experimentan una transformación sin precedentes. Las herramientas basadas en el aprendizaje automático pueden analizar rápidamente cientos de documentos e identificar áreas clave de interés en una fracción del tiempo que tomó hace una década. Lo que habría requerido días de revisión ahora puede ocurrir casi en tiempo real.
Del mismo modo, las herramientas móviles han reinventado el proceso de inspección de activos (como los recuentos de inventario y las inspecciones de propiedades, plantas y equipos). Icount, aplicación basada en tabletas, permite a los auditores realizar conteos, capturar resultados y compartir la información en tiempo real con todos los miembros del equipo de auditoría.
Por: Visitación Perea
Socia de Auditoria en Deloitte Panama